martes, 29 de noviembre de 2011

Marketing Farmacéutico: Genéricos Vs Desregularizar




Recientemente se aprobó en España el Real Decreto que obliga a los médicos a recetar el principio activo de un medicamento si es que lo hubiera. Es decir, ante una misma patología, el doctor deberá por ley recetar el producto genérico frente al producto de marca.

¿Por qué? La situación económica actual y la necesidad de hacer recortes por cualquier sitio, es la principal causa. Vaya, que la diferencia entre el precio al que vende la compañía farmacéutica el producto y la que finalmente paga el paciente, sale de las arcas del Estado. Si por ley hay que recetar el más barato, la diferencia es menor. Se disminuye el gasto.

¿Bien no? Sinceramente, no lo comparto. La farmacéutica es uno de los sectores económicos que más invierte en I+D. ¿Qué supone? Investigaciones sobre nuevas enfermedades, mejora de la calidad de vida, mayor calidad de los medicamentos… ¿Queremos renunciar a ello? Pues con esta ley vamos encaminados a ello.

Otro tema es la capacidad de elección del paciente, el cuál quizá prefiera pagar un poco más por tener la confianza que le pueda dar una marca, si bien este punto queda un poco lejos debido al poco acceso que tienen los pacientes a este tipo de información, ya que está muy regulada.

Y aquí es dónde aporto mi solución: Desregularizar este sistema. Actualmente, para hacer publicidad de un producto hay que superar muchos requisitos legales por concernir a la salud humana. No pido que se desregule totalmente, únicamente que se abra la venta de poder competir con el resto de productos (genéricos y no) llegando directamente al paciente. ¿Cómo? Pues como se hace ahora mismo con todos los mercados, a través de la publicidad y las redes sociales.

¿Para qué? Voy a pintaros el escenario ideal, y es que el paciente se presente delante del médico con una dolencia para la cual tenga un abanico de 3 productos: Uno muy caro, pero excelente calidad y sin efectos secundarios, un segundo de precio normal y calidad normal, y uno genérico barato pero con calidad cuestionada. Tanto el médico (en mayor medida) como el paciente, conocerían los mismos y sus características, pero sería este último el que finalmente elegiría el medicamento a comprar (influenciado por las distintas variables que le afecten en mayor o medida, véase precio, calidad, afinidad por una marca…). ¿El Cómo? Una buena formación en el producto, tanto al médico como al paciente, a través de las distintas herramientas de marketing a desregularizar.

¿Qué pasará con la ley actual? Pues que si un paciente prefiere pagar más por un producto porque le transmite más confianza, no podrá debido a la obligación del médico a recetar el principio activo.

Es por ello que pido que se desregularice este sector, para que las empresas farmacéuticas puedan competir en igualdad de condiciones con el resto, haciendo buenas estrategias y planes de acción en redes sociales, formando al paciente y al médico, generando así un nuevo escenario en igualdad de condiciones. 

De esta manera, creo que se conseguiría volver a formar un ciclo de inversión/resultados/inversión, que actualmente se está deteriorando. 

3 comentarios:

  1. Los genéricos no tienen por qué ser de menor calidad (en la mayor parte de casos), pasan por muchísimos controles de calidad y bioequivalencia, y en mi opinión, el hecho de que parezcan menos eficaces que otros es psicológico. Y sinceramente, a las empresas farmacéuticas no les falta el dinero, se gastan muchísimo en promocionar sus productos a los médicos (bolis y chorradas así, pero también viajes con todo pagado a congresos), y también es un dinero que se podría invertir en investigación.

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  2. Me parece muy atrevido decir que un genérico tiene "calidad cuestionable", lo cual es totalmente falso. En un genérico el principio activo (el medicamento en sí)es el mismo, lo único que podría variar es la posología, los escipientes, la presentación... cosas que en la inmensa mayoría de los casos no condicionan diferencia alguna, en algunos pocos esa diferencia no repercute en la salud o en el efecto beneficioso, si no en otras variables como comodidad al administrarlo, sabor... Y en una ínfima parte, podría tener una repercusión en determinados pacientes con determinadas patologías, pero eso se tiene en cuenta como cualquier otro efecto secundario.

    Esta ley además, acaba con la dinámica no mayoritaria, pero si muy presente, de
    regalo - recetas entre algunos médicos y compañías y que supone un gasto extra para el SNS.

    Y claro que las compañías farmacéuticas tienen derecho a publicitar su producto, pero no creo que la herramienta para hacerlo sea el médico, sería inmoral. Hasta ahora tu ibas con la marca en la receta y podías pedir el genérico en la farmacia, lo cual debería ser al revés, tu vas con el principio activo y en la farmacia te dan a elegir entre las diferentes marcas del mismo producto. Y si eliges la marca, el seguro no te lo cubre. Eso lo veo más normal, ético y más justo. El cambio está en que las compañías deberán cambiar su estrategia para con los médicos y centrarse en el paciente y el farmacéutico, así como en competir con los precios, con presentaciones más cómodas, es decir, con la forma, porque el "fondo" es el mismo que el genérico.

    Esa es mi opinión, un artículo muy interesante por cierto =)

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  3. Hay un error de intrepretacion. El medico recetara principio activo (no es una receta de genérico, es una receta de la molécula). Ahora las marcas valen igual que los genéricos y el paciente podrá pedir en la farmacia con SU receta de principio activo La marca o el genérico con el consejo del farmacéutico. El paciente puede elegir

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